Holanda se jugaba mucho con los datos correspondientes al mes de septiembre. Debía salvar su primer match-ball contra la crisis y parece que lo ha hecho con nota. Debo reconocer que no esperaba que este país superara la grave situación en la que se encontraba. Aún cuando todavía no se encuentra fuera de peligro el último revés de la economía holandesa ha sido digno de mención ya que se han destruido 2000 empleos y ello supone que sus ciudadanos podrán hacer frente a sus deudas hipotecarias.
Antecedentes
En anteriores artículos ya transmití mi preocupación por los créditos hipotecarios y el sector inmobiliario en general. Una parte importante de la población recibió dinero de los bancos para comprar su vivienda y un aumento del paro les hubiera conducido, sin lugar a dudas, a una situación como la vivida en nuestro país. Dado el paralelismo de los escenarios entre España y Holanda no oculté mi pesimismo en relación al futuro de este miembro de honor de la Unión Europea.
Por otro lado, comenté que los datos de agosto y septiembre podrían ser cruciales para señalarnos el rumbo que iba a tomar la economía. Afortunadamente, el camino tomado corresponde al de una recuperación o, al menos, eso parecen indicar los últimos datos publicados. El nivel de desempleo aumenta testimonialmente manteniendo la tasa de desempleo en el 8,6%. El Gobierno ya había manifestado su optimismo en relación con la marcha de la economía semanas antes y esperemos, yo el primero, que no se trunque esta tendencia.
Otro dato significativo es el número de bancarrotas declaradas en septiembre que ascienden a tan sólo 595 marcando una nueva tendencia mucho más positiva.
Por otro lado, si prestamos atención a los últimos datos publicados en relación a las exportaciones y correspondientes al mes de agosto, también observamos una leve mejoría.
Aún así, nos mantendremos atentos a próximas publicaciones para dar definitivamente por concluida la nueva crisis de tulipanes, digo inmobiliaria en particular y económica en general.