De la cultura anglosajona hemos recibido importantes y
positivas influencias: rock and roll,
fútbol, tenis, baloncesto… hasta incluso el concepto de fin de semana, cuyos orígenes se remontan a las fábricas de la
Inglaterra durante la Revolución Industrial.
Sin embargo, existen otras influencias menos positivas, y
una de ellas es lo políticamente correcto.
En el Congreso de los Diputados, una ministra llevó el término hasta su
paroxismo al dirigirse a los parlamentarios como “Miembros y Miembras (sic)”,
ante el estupor inicial y el cachondeo posterior del conjunto del país. El
ejemplo de la ex-Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del
Flamenco de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (sic), puede
parecer extremo, pero cuanto más ahondemos en la corrección política nos
daremos cuenta que la línea que lo separa de la estupidez es tan enjuta que se
puede engalanar al analfabetismo con la Gran Cruz de la Real y Distinguida
Orden Española de Carlos III.
Remontarse a los orígenes y porqués de lo políticamente correcto sería largo y
tedioso, pero se podría resumir que, cómo toda idea nociva del S.XX, fue
formulada primero por la Escuela de Fráncfort – Adorno, Marcuse, Benjamin,
Horkheimer- para arraigar y florecer en la generación de los baby boomers, ya sea en la versión europea
del mayo del ’68 o en la lisérgica San Francisco. Su avance ha sido inexorable
llegando a proscribir palabras tan bonitas como “especular” y mancillando otras
como “comercio” al añadirle el redundante adjetivo de “justo”.
Yo especulo, tú especulas...
El diccionario de la RAE dice lo siguiente:
La acepción que nos interesa es la cuarta, esto es, que cualquiera
que compre unas acciones tiene esperanzas, si son mejor o peor fundadas es otro
asunto, de que la compañía aumente su valoración en el mercado para obtener una
ganancia.
¿Qué tiene de malo
utilizar el verbo especular entonces? ¿Por qué políticos y líderes sindicales
demonizan a los especuladores y los culpan de los males del país? Sencillamente
porque se ha pervertido el lenguaje, gracias en parte a la tiranía de lo
políticamente correcto, que nos obliga a utilizar inversor y nos prohíbe utilizar
especulador de la misma manera que
preferimos hablar de emprendedor
cuando queremos realmente decir empresario.
Eso sí, la RAE se cura en salud al matizar que el significado de especular lleva asociada una connotación
peyorativa. Bien estamos, si pretendemos salir de la crisis “efectuando
operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios
basados en las variaciones de los precios o de los cambios” cuando especulador
es poco menos que un insulto para millones de hispano hablantes.
Inversión vs. Especulación
La cosa más
sorprendente con respecto a la bolsa del año 1929 era que nadie vendía una sola
acción. El público no hacía otra cosa que comprar. Un día pregunté más bien con
timidez a mi corredor acerca de este fenómeno de la especulación. —No sé
demasiado de Wall Street —empecé diciendo en tono de excusa—. Pero, ¿qué es lo
que hace que estas acciones sigan subiendo? ¿No tendría que existir cierta
relación entre las ganancias de una empresa, sus dividendos y el precio de
venta de sus acciones? Groucho Marx
en Groucho y yo.
Los fundadores del Value Investing, Benjamin Graham y D.
Dodd, cuentan en Security Analysis que
la distinción entre inversión y especulación se produjo durante la burbuja que
finalizó en el Crack ’29. Anteriormente, ambos vocablos eran utilizados
indistintamente. Y aunque es verdad que tienen predilección por invertir sobre especular, no debemos olvidar que ellos mismos eran value investors. Por ejemplo,
irónicamente afirman que una inversión es una especulación exitosa y una
especulación es una inversión fracasada. Nuestros políticos se han tomado en
serio este comentario ingenioso al declarar que vender deuda española es pura
especulación mientras que comprarla es una inversión muy sensata.
Aún así, la clasificación de Graham y Dodd ha quedado en algunos puntos obsoleta además
de mostrar su preferencia por la deuda corporativa o renta fija privada. En
esta tabla la resumo:
Fundamentan las diferencias basándose en el margen de seguridad. El activo seguro se
define por circunstancias tangibles más que por la psicología del comprador. La
seguridad se logra aplicando los estándares de inversión para alcanzar una
rentabilidad razonable. Al hablar de margen
de seguridad se refieren a comprar con amplios descuentos en el precio. No
es más que ser precavidos y responsables, como el conductor que guarda una
distancia amplia entre el coche de delante para que en caso de necesitar frenar
–haber errado en el análisis- tener un margen
de seguridad para no chocarse –perder dinero en la compra- .
Comprendido esto, para los inversores en valor, una
operación es una inversión cuando tras haber superado el análisis puede
asegurarse fiablemente el principal –capital invertido- y unos ingresos
satisfactorios –dividendos, intereses, aumento de la cotización…-. Por lo tanto, aquellas operaciones que no
cumplen estos requisitos son operaciones especulativas.
Y aquí tenemos la muestra de porqué asociamos a la
especulación las siguientes operaciones:
- Apostar a favor de tendencia, como el surfista que trata de
aprovecharse de la inercia de una ola.
- El especulador y el surfista también buscan patrones, para
predecir series en los gráficos y llegar hasta la cresta.
- Centrarse en los resultados inmediatos, obviando el
comportamiento de la compañía.
El problema recae en que el especulador compra porque cree
que la acción va a subir, no porque esté barata. Esta es la gran diferencia
entre un especulador y un inversor para Graham y Dodd.
Esta clasificación es
excesivamente parcial, dejando un regusto de que el inversor se guía por un
lucro contenido y definido por su estudio de la inversión mientras que el
especulador es un trasunto de pirata o forajido del Lejano Oeste que no busca
más que el lucro inmediato sin importarle el cómo ni el porqué. Y aquí, si nos
dejamos llevar por una concepción maniquea, no podríamos valorar el inestimable
valor de especuladores como George Soros y su operación en 1992 contra la libra esterlina.
Los especuladores no son barrigudos calvorotas de café, copa
y puro. Son aquellos que, mientras los palmeros lisonjean al rey desnudo, no permanecen estáticos, ponen su capital en
juego para demostrarle al resto la cruda realidad por muy amarga que sea.
La genialidad incorrecta en dos youtubes
Reporter: Do you regard yourselves as similair in any way to any of the other bands on the bill, or do you think that you're completely--?
Axl: Maybe only in attitude, in some of them, I mean rock is all kinds of material, um... I like KISS in their early days.. they, you know.. I think the only thing we have in common with KISS now is that you know, they like to make money, and they like girls, but, as far as the music goes, basically, their music plays second fiddle to their other desires, our music comes first.
Reporter: Have you got anything in common with Iron Maiden?
Axl: I hope not. *drinks*
Reporter: Why?
Axl: I don't know, they're not a... I mean, they're not guys, but you know, this like, political orginization, and you know, your band's like a political orginization, it's a little thing.. um... and your music, or your album is kinda like your political stance. Well, their's is completely different from ours, and ours, and I think their's doesn't have anything to do with rock n' roll as far as I'm concerned. We're a rock n' roll band. What they do is what they do, I don't know what it is, and I hope to never be like that. I hope it's not catching. *laughs*
Reporter: Izzy, where you gonna say something now?
Izzy: No.
Se confunde mucho especulador con manipulador, especular no tiene nada de malo, todo lo contrario, manipular los precios si es algo perjudicial.
De todas formas todo se reduce al "que diran", cuando alguien te llama "especulador" de forma peyorativa, y esta claro que no puedes estar manipulando los precios, probablemente es que ese alguien sea un envidioso, que simplemente vea que tu "sabes especular" y el no, y tenga la sensacion de "perder un pelotazo", por lo tanto lo unico que puede hacer es arremeter contra "el especulador" intentando hacerle sentir culpable por hacer algo que no es etico o moral, lo dicho, si uno tiene la conciencia bien tranquila, lo mejor es ignorar a los que critican sin fundamento, que son la mayoria.
El utilizar especular con sentido peyorativo, provoca justamente eso, que lo confundamos con manipular precios y el fraude.
Gracias Daniel, por el comentario
Todo el mundo es un especulador, es algo natural e innato en el ser humano, el intentar pronosticar el futuro y adivinar que es lo que va a ocurrir para utilizarlo en beneficio propio, es decir tomando unas decisiones u otras es lo mas normal, ademas diria yo, que es bueno, una persona previsora es una persona que anticipa futuros acontecimientos, calcula su probabilidad y se prepara para ello, quiza no sea especular con los mercados financieros, pero es otra forma de especular.
Excelente artículo y ¡¡¡NECESARIA ACLARACIÓN!!! Como buen liberal, llevo años pensando en lo necesario que es aclarar, también sobre el término "especular", la espantosa dictadura progre de lo politicamente correcto.
Bravo y qué bien que hay jóvenes distintos, inteligentes, libres, preparados, ajenos a modas y con pensamiento independiente. El objetivo es simple: libertad e independencia respecto a gobiernos fuertes.
Saludos desde la bella Bucovina. Un grupo de españoles libres te saludan.
Fernando
www.grupovillaeuropa.comPor cierto, considero un error histórico (y un absoluto favor al viejísimo "progresismo", marxismo eterno) denominar "Capitalismo" (término marxista) a lo que es simple libertad de mercado. En mi opinión, el termino correcto es libertad de mercado. Por tanto, hace ya mucho tiempo que dejé de hablar de "capitalismo y comunismo" (por ejemplo), y pasé a "libre mercado y comunismo".
Es que el engaño y manipulación de la Izquierda es tal, que llegamos a llamar "capitalismo" a lo que no es sino simple y pura libertad económica. No solo no debemos olvidarlo, no solo debemos señalarlo constantemente, sino que, sobre todo, no debemos caer en esa otra trampa (tonta) de la demagogia de Izquierdas.
Saludos.
Fernando Espineira
www.grupovillaeuropa.comMuchas gracias por tus comentario Fernando,
Con respecto al uso de "capitalismo", también puede contener un significado negativo, y todavía más "capitalista" que se asocia a "rico". Aún así, no me parece un término incorrecto.
En cambio, "plusvalía" sí que es un concepto marxista trasnochado.
Saludos
¡Hola Rafael!
Lo que me parece mal es lo de "capital", que, para empezar, es una engañifa en si misma puesto que hasta en comunismo hay capital; como siempre la Izquierda te engaña hasta en lo más básico. Lo que diferencian a los sistemas es quién maneja el capital, no la existencia del mismo.
Pero, sobre todo, seguir diciendo "capitalismo" es hacer inferir automaticamente que: es posible la no existencia del capital, y que, por lo tanto, su existencia puede ser discutida. Y la realidad es que no: el capital no puede ser discutido, y hasta Stalin tenía que contar los rublos. Es decir, engañifa total.
Pero, aún peor, se ha sustituído el termino último, real, auténtico, en peligro, que es "libertad", por el término capitalismo y capital. Con la excusa imposible de luchar contra el capital, el siglo XX ha sido la lucha contra la libertad por parte de las 28 dictaduras comunistas repartidas por todo el planeta. De ahí que, humildemente, le de yo mucha importancia al término.
Aprendí muy bien del comunismo cubano la increible capacidad e inteligencia para trastornar las palabras, engañarte hasta en lo básico, confundir y oponer los sentidos del lenguage y de la lógica. Desde entonces intento que esta gentuza dictatorial no me pasen ni una.
Por cierto, que con 18 años yo era miembro del PCE, creía firmemente en aquello. El viajar y el vivir afuera de España, hace ya 22 años (en Estados Unidos, Argentina, Hungría y Rumania), me quitaron de encima muchas tonterías aprendidas en mi ingenua y tonta vida de progre español.
Saludos desde la bella Rumania. Y, de nuevo, felicitaciones por tu preparación y artículo. Espero muchos otros semejantes de ti. Bravo.
Fernando
www.grupovillaeuropa.comEn las novelas distópicas es común encontrarse con la voluntad de "confundir y oponer los sentidos del lenguaje y de la lógica" por parte de los tiranos.
Lo bello se convierte en lo antiestético; lo honrado en lo despreciado...
El comunismo y el posmodernismo son el combinado liberticida más peligroso. Marcuse y Foucault han ganado la batalla en este campo. Tan solo hace falta abrir un periódico o encender la tv para darse cuenta
Saludos
Gracias por tu artículo.
Lo de miembro, miembra ha calado, fíjate cuantas veces se repite con otras palabras, un genérico es un genérico. ¿estupidez, ignorancia, hipocresía?
Otra buena ahora: "emprendedores".
¿Especular, invertir? No conozco a nadie que no quiera especular, o no se atreven o no saben. Miedo, ignorancia.
¿Envidia? se dice de nuestro país, el país de la envidia.
¿Resultado?
Me gustan los comentarios y el artículo. Saludos.
La envidia es el catalizador de los ataques contra el libre mercado. La misma idea de igualdad, supone en última instancia restringir las libertades del individuo