Ya que ayer mencionaba lo que me parecía una extraña relación entre que la FED lance un tercer (cuarto en realidad) programa de apoyo en un momento en el que puntualmente no hay estrés en los mercados y que las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina, me he ido a desempolvar un par de libros deKen Fisher donde habla precisamente de las estadística de lo que hace el mercado, ya sea que gane un republicano (derecha) o un demócrata (izquierda). En un principio en un año electoral como en el que actualmente nos encontramos, el mercado tiende a subir mucho más si a la postre las elecciones las gana un republicano que si lo hace un demócrata. Claro que eso es "a la postre". ¿Será que el positivo año que está teniendo la bolsa USA indica que Romney se sentará en la casa blanca? En fin. Por lo menos cuando un candidato se proclame vencedor ya sabremos cuales es el comportamiento histórico del S&P 500 (retorno total) si gana Obama (14,9%) o si lo hace Romney (0.8%) ¡una gran diferencia!
Según Ken Fisher (45,000 millones bajo gestión) esto probablemente se deba a que en año electoral los republicanos abrazan un discurso más amigable con el mundo de los negocios y los mercados, lo cual es bien recibido por los inversores. Y lo contrario ocurriría con los demócratas que en años electorales estarían más orientados a las "causas sociales", tema que no es que anime mucho los mercados.
Pero este patrón parece cambiar radicalmente una vez que las elecciones tienen lugar. ¿Por qué? Según Ken Fisher porque los candidatos dejan de ser candidatos y se convierten en presidentes. Es decir, han pasado de las vanas promesas a ya pensar desde el mismo principio en como ser reelegidos. Es entonces cuando los republicanos se revelan no tan amigables al mundo de los negocios e intentan ganarse parte del electorado de centroizquierda con algunas reformas sociales. Y lo contrario para los demócratas. Cuando son elegidos resultan que no son los nuevos Mesías de las clases más desfavorecidas. ¿Resultado? El mercado se decepciona con su presidente republicano y se alegra con el demócrata en el primer año de su mandato. Este patrón se reafirmaría al observar que todos los primeros años del primer mandato de los presidente republicanos excepto George H.W. Bush fueron, efectivamente, negativos.
Toda esta información hay que refinarla un poco más. ¿Es lo mismo el año primer año de poder de un demócrata (como Obama) que el primer año de su hipotética reelección? Desde luego que no.
Si en el año electoral en que, a la postre, un nuevo presidente demócrata llega a la Casa Blanca, la bolsa suele ofrecer un retorno total del -2,7%, cuando se trata de un año electoral de un presidente demócrata que ya estuvo en el anterior mandato, el año bursátil suele ser muy bueno (14,5%). ¿Será porque el mercado ya conoce al presidente demóctrata y en las segundas elecciones no temen que sea el "mesías de los desfavorecidos y el diablo de los mercados"?
Y lo mismo, pero de forma inversa, ocurre con los republicanos en año electoral. Cuando va a llegar un nuevo presidente republicano el mercado lo hace increíblemente bien (18.8%) pero cuando se vuelve a presentar y gana, ese año electoral es menos espectacular (10.6%).
Pero dejémonos de hablar de años electorales porque éste casi está acabado. Fijémonos en la columna de la derecha de la siguiente tabla que muestra la rentabilidad histórica del primer año de los presidentes republicanos y demócratas según se trate del primer mandato o del segundo.
Los datos dicen que si gana Romney podemos esperar un -0.6% como retorno total del S&P 500 y un 8.9% si gana Obama.
En mi caso, que soy inversor y que creo que las ideologías de izquierda y derecha que existen en nuestra sociedad son elecciones enlatadas como aquéllas de "¿Pepsi o Coca-Cola? o ¿Mac Donalds y Burguer King?" quiero, a la vista de los datos históricos que gane Obama.