Desde los máximos de enero de este año Abertis (ABE) comenzó a desplegar una pauta correctiva. Uno de los libros que compré en mis primeros años de mercados fue "Sistemas de Especulación en Bolsa", del bueno de José Luis Cava. En aquella época seguía su página y también me gustaba escucharle por la radio. Tiene don de gentes, José Luis. Creo recordar que luego publicó otro, pero este primero es ese de las pastas en color rojo y negro. El mío está junto a otros en la lonja desde la última reforma en casa, guardado en una caja junto a otros de "su generación". Imagino que podrán encontrar lo relativo a esta pauta, que aparece por partida doble en el gráfico, en el capítulo sobre las pautas de agotamiento. Y creo que la denominaba, según la teoría de la Onda de Elliott, pauta terminal. Como estoy hablando de memoria, creo que lo mejor será que no permitamos que el continente nos nuble el contenido. El asunto es entender este tipo de figuras completas, su estructura y su naturaleza con el fin de poder posteriormente reconocerlas en el mercado. Porque es eso lo que nos abriría la puerta a poder abrir posciones con fundamento, como diría Arguiñano.
El asunto es que tras haber estado subiendo llega un momento en que el mercado corrije. Aquí lo hizo durante nueve meses, pero con poca profundidad. Y esto es así porque el precio no termina nunca de estirarse, de crear movimientos largos, no es capaz de generar ondas impulsivas sin solapes. Esta es la primera característica de las pautas terminales: en vez de avanzar en ondas de cinco movimientos sin solapes, lo hacen en ondas de tres y solapando. Y a continuación corrijen en ondas de tres, esta vez sí, de manera ortodoxa. Y aquí viene la otra característica genuína de las citadas pautas: las correcciones incumplen la regla de no solapamiento de las ondas impulsivas, haciéndolo siempre con la anterior. (En cuadros verdes.) Esta es la causa de que el precio vaya consumiendo tiempo, pero no lo materialice en profundidad. Y como la figura se va apaisando, dicho apaisamiento produce a su vez que cuando trazamos la línea dos - cuatro buscando una posible entrada, la misma quede en estos casos casi por definición muy alejada de la posible zona de giro, lo que la invalida como referencia de actuación. Son las líneas en rojo marcadas en el gráfico.
O sea, sabemos por su estructura correctiva y solapes, y por su poca profundidad que la corrección vive sus últimos días, pero estamos con la línea dos - cuatro no operativa. En los dos casos que aparecen en el gráfico vemos qué se puede hacer. En el de la izquierda, se pudo utilizar como referencia la dos-cuatro de la última onda, y aún así ofreció un stop un poco alejado del mínimo. Sin embargo, en el de la derecha, vemos que la directriz más ajustada al terreno dio una entrada con un riesgo más asequible; y no solo eso, sino que se formó en la zona clave un pequeño rentángulo que nos facilita la apertura de posicón.
La propia naturaleza de la figura, un querer y no poder, hace que los giros que provoca sean con frecuencia más rápidos de lo habitual. En los dos casos, como pueden ver, el precio se fue a romper con violencia la citada línea dos - cuatro, y lo hizo además como mandan los cánones: en menos tiempo de lo que tardó la quinta onda en formarse - medido con el cuadro rojo-. Tengan en cuenta, que la dos-cuatro, por otra parte, no deja de actuar aquí como la resistencia dinámica que en definitiva es; y una vez superada por el precio, pasa automáticamente a convertirse en soporte, también dinámico, del nuevo movimiento. Y aquí llegamos a lo interesante: mientras en el primer caso, el precio no llegó a apoyarse en él, en el nuevo soporte, en el de la derecha el precio se está balanceando sobre su "eje", siendo la última parte del movimiento, por ahora, una corrección en A-B-C que se está acercando del 0.6.
Una observación: si vamos a la pauta de la izquierda en detalle veremos que el precio se desplaza con pautas impulsivas largas y firmes, no con correctivas de tres ondas. Pero sí hay un solape de la onda cuatro que entra en la uno. Automáticamente, podemos borrar el 3 y poner una A, borramos el 4 y ponemos una B y buscaríamos una C. El resto, como decía mi padre que decía El Quijote, por añadidura. Suerte.