Hoy he comprado un periódico en papel, algo que no hacía desde hace bastante tiempo. Normalmente las portadas electrónicas cambian bastante a lo largo del día al ser más dinámicas, pero las de papel siguen siendo auténticas portadas.
Lo que me he encontrado comprando el Expansión de hoy es bastante optimismo. Un titular principal hablando de lo que hará una sociedad tras una OPV, Amancio Ortega realizando una gran operación inmobiliaria, el récord de volumen que han alcanzado los planes de pensiones y, por si fuera poco, el subidón de azúcar continúa con el histórico acercamiento entre Cuba y EEUU.
¿Tienes esto significado bursátil?
En realidad limitado.
Primero, porque para averiguar el sentimiento de mercado una portada de un medio económico no es lo correcto, es mejor un medio de comunicación generalista que son los que reflejan los grandes extremos de sentimiento, ya sean euforia o pesimismo. Cuando una noticia económico-bursátil se refleja en la portada de un gran medio o aparece en los grandes canales de televisión, entonces ahí tenemos un extremo (especialmente cuando lleva asociada un juicio de valor).
Segundo, existe sentimiento a corto, a medio y a largo plazo, al igual que existen estos tipos de tendencias en las cotizaciones y en los propios datos macroeconómicos. Cuando la bolsa ha subido verticalmente en las últimas semanas, el sentimiento automáticamente se vuelve positivo y es normal que así ocurra, porque los medios y el público son muy reactivos a la actualidad.
Pero si olvidamos que existe sentimiento de corto (semanas) y de largo plazo (1 año) entonces podemos confundir el uno con el otro y entender que estamos en una fase eufórica cuando no necesariamente tiene que ser así.
Por ello a mí no me gusta analizar el sentimiento tras subidas, sino tras un retroceso significativo. Lo expliqué en agosto en mi artículo Cómo detectar correctamente cuál es el sentimiento bursátil a largo plazo:
Solo hay una manera fiable de entender cuál es el sentimiento bursátil general. Se trata de observar el sentimiento no en las subidas sino en las bajadas. No en las "crestas" sino en los "valles". ¿Por qué? Porque si en las subidas bursátiles impera siempre el optimismo, en los retrocesos no se dan siempre las mismas emociones o al menos hay más matices. A veces un retroceso viene acompañado de un fuerte pánico, otras veces de incertidumbre sin llegar al pánico y aún otras veces un retroceso del mercado viene acompañado de moderación y hasta en ciertas ocasiones de euforia, tal y como ocurre durante una burbuja.
De esta manera, para saber el sentimiento que existe, tendremos que esperar a escuchar "lo que se dice" en la próxima corrección.
Tercero. Descartado que con este tipo de portadas podamos averiguar gran cosa, es cierto que a corto plazo hay optimismo y que es posible que la renta variable europea se vea menos beneficiada de subidas con respecto a otras bolsas en las siguientes semanas, especialmente si el cambio EUR/USD logra formar un suelo alrededor de los niveles actuales. Pero es tan de corto plazo esta idea que no merece ni la calificación de conjetura.
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