Si observamos los dos canales alcistas que arrancan desde los últimos mínimos históricos del Dax alemán, podemos fácilmente numerar las ondas de Elliott en 1, 2 y 3 tal como puede verse en el gráfico de arriba. Otro aspecto que se ve con claridad en este caso es que la longitud de la tercera onda es netamente superior a la de la primera, por lo que nos encontramos ante el posible desarrollo de una pauta de impulso con tercera onda extendida. Y digo posible porque para que una pauta pueda ser catalogada finalmente como impulsiva, la misma debe estar compuesta obligatoriamente por cinco ondas: tres impulsivas (la 1, la 3 y la 5 ) y dos correctivas (la 2 y la 4).
Dada por definición la estructura de la onda de Elliott, la línea de tendencia que se traza uniendo los mínimos de las dos pautas correctivas 2 y 4, "la línea 2-4", nos ayuda a realizar fácilmente el seguimiento de la tendencia y, más importante aún, nos informa de antemano dónde se produce la finalización de la misma, tal y como podemos ver en negro grueso en las pautas impulsivas 0-1 y 2-3 del gráfico adjunto. Así que cuando la 2-4 se traza normalmente todo está a la vista, pero ¿ y cuando no, y cuando los datos del gráfico no nos permiten trazar la línea 2-4?, ¿ qué hacemos? ¿ dónde estamos ? ¿ qué esperamos ?.
En estos casos lo mejor sería que la cotización subiera cuanto antes y rompiera los últimos máximos (punto 3), confirmando así no solo que nos encontramos ante una pauta de impulso de largo plazo con sus cinco ondas, sino que además las subidas futuras serían exponenciales. Sin duda, cualquier cosa puede pasar, pero en este caso he preferido especular con un escenario que no sea tan festivamente explosivo y que a la vez tienda a reconciliarse con ese tal Elliott que tanto predicamento tiene. S2.