El primer objetivo del inversor aficionado es evitar los errores. Los beneficios increíbles ya vendrán después. Uno de los retos esenciales de la valoración de empresas es esquivar las trampas de Mr. Market y vigilar no engancharnos los dedos con negocios engañosos que sólo tienen cuatro días de viabilidad. Por este motivo la microeconomía es la primera área de estudio para seleccionar las acciones que formarán nuestra cartera de inversiones. Identificar las barreras de entrada que impone nuestro negocio objetivo es la manera de saber si su durabilidad está asegurada o, en cambio, deja las puertas abiertas a la competencia.
Las barreras de entrada son lo que llama el profesor de Harvard, Michael Porter, las “ventajas competitivas sostenibles” a largo plazo. El ejemplo gráfico lo ponen Warren Buffett y su socio Charlie Munger. Para ellos, una empresa es como un castillo medieval defendido por un foso. Un agujero profundo, con agua, que rodea el edificio. Este es lo que impide a los atacantes entrar en la fortaleza y se construye "metafóricamente" a partir de las características únicas que diferencian una compañía de otra. La propiedad de una patente o vender un producto a un precio por debajo de otros, son algunas de las barreras que detienen a los intrusos de entrar a competir en el mercado. Cuanto más cualidades acumula, más largo y profundo es el foso del negocio. "Y si tiene pirañas y cocodrilos mejor", dice Buffett.
Cuando se trata de una tienda instalada en un mercado local es fácil analizar e identificar las ventajas competitivas que construyen el foso. Una tintorería de barrio, por ejemplo, que limpia la ropa de los clientes de la zona. El precio, la calidad del servicio o la especialización en algunas piezas son algunas de las ventajas ganadas con el paso de los años, que frenarán a otros emprendedores que quieran montar el mismo tipo de servicio.
En cambio, cuando la empresa objetivo se trata de una multinacional con miles de trabajadores y en industrias tan complejas como el de los seguros o la banca de inversión, este tipo de estudios son más difíciles de ejecutar. A “The Little Book That Builds Wealth”, el director de investigación de activos de Morningstar, Pat Dorsey, nos allana el camino con la lista de las ventajas competitivas fundamentales que permiten el crecimiento en solitario de una compañía y las pistas para detectarlas:
1. Costes de Cambio
Tener clientela es bueno, pero retenerla es mejor. El Coste de Cambio es el esfuerzo que debe hacer un cliente para abandonar la empresa y pasarse a la competencia. Un ejemplo perfecto es el del banco convencional. Para cambiarse de entidad financiera, el interesado debe cambiar las domiciliaciones bancarias, informar a los suministros de agua, luz, transferir la hipoteca de un lado a otro, si tiene, y trasladar otros activos financieros. A veces, este coste es superior a los posibles beneficios que encontrará en otra entidad. Comparado con este sector, los vendedores de productos son los que tienen un Coste de Cambio más bajo. La selección entre un queso y otro, en un supermercado, la hacemos en cuestión de segundos e intercambiar decisiones no supone ninguna dificultad.
2. Economías de Red / Network Economics
Las empresas que despliegan una red de proveedores, de clientes, de suministro, son las que tienen vía libre para expandirse rápidamente y aprovechar las economías de escala. Uno de los casos comentados es la actividad de protección y venta de productos de seguridad que hace Allegion. La multinacional presentó, en su salida a bolsa, la lista de socios comerciales y la cadena de fabricación, que tiene repartida por todo el mundo, como una de las cualidades de su negocio. Es la manera más efectiva de extender los tentáculos de sus productos y una manera de impedir a los demás que se le adelanten. La misma expansión que hace Murphy Oil, a través de sus estaciones de servicio en los centros Wal-Mart de Estados Unidos. O la distribución de las bebidas de Coca-Cola, a través de las licencias a embotelladores locales.
3. Bajos Costes de Producción
"Hacer la competencia" se asocia a veces con reducir precios para atraer al consumidor. Es tomarse la ley de la oferta y la demanda al pie de la letra. Para ello, sin salir perjudicado, la empresa debe reducir los costes de fabricación. La deslocalización es uno de los fenómenos derivados de esta situación, pero no es una ventaja a largo plazo según Pat Dorsey. No es una cualidad única y difícil de imitar, sino que la reducción de costes mediante la movilidad y la búsqueda de obra barata es un distintivo a corto plazo que las empresas grandes pueden reproducir sin ningún tipo de dificultad.
4. Activos Intangibles
Marcas, patentes, licencias ... Son un paquete difícil de cuantificar monetariamente, pero que en cambio engordan el balance patrimonial de la compañía y también su caja. En el sector farmacéutico sirven para asegurar la compensación, traducido en beneficios, a años de investigación. En el caso de algunos productos tecnológicos son el distintivo de calidad. Pero, como en el caso anterior, una licencia o patente no es garantía de éxito. Hay desastres con marca como Donuts, Polaroid, Dell, Blackberry... La falta de innovación, la crisis, la introducción de los nuevos productos en el mercado, han conseguido comerse el buen nombre de estas empresas.
Tecnología: La Quinta Ventaja en Potencia
Tener una TECNOLOGÍA sería la quinta ventaja competitiva, si no se tratara de un caramelo que se debe saborear rápidamente. Construir un foso basado en el desarrollo técnico requiere destinar dinero y talento a la renovación, constantemente. "A la larga, cualquier tecnología se convierte en una tostadora" dice Pat Dorsey. Existe la amenaza de la competencia, los beneficios atraen a nuevos competidores como la miel a las moscas. Los nuevos participantes siempre consiguen replicar el producto hasta el punto que no se distingue uno de otro. Por este motivo el desarrollo tecnológico no se puede definir como uno de los componentes que construyen el foso, aunque muchos inversores relacionan directamente esta característica con el crecimiento exponencial, a largo plazo, de alguna de sus inversiones.
Conocidos todos los puntos posibles, debemos ser conscientes de que su identificación no garantizan la selección de inversiones extraordinarias. Hay más elementos que influyen. El precio que se paga por las acciones, por ejemplo, o la situación económica del país y el ciclo donde se encuentran los mercados financieros. La identificación de las ventajas competitivas es la vía directa para diferenciar los buenos negocios de los malos negocios. Es un primer paso, el más importante!