7:50 AM. Suena la alarma de mi IPhone 4S de Apple, recordándome que ya empieza un nuevo día.
8:00 AM. Después de retozar algún minutillo entre sábanas, entro en el cuarto de baño para iniciar, como cada día, la rutina del afeitado. El deslizado de la nueva Gillete Fusion ProGlide, de Procter & Gamble, es realmente espectacular.
8:15 AM. En la adolescencia abandoné el Cola Cao para jurarle amor eterno al Nesquik de Nestlé. Prefiero que los grumos desaparezcan; además, lo suelo tomar frío.
8:40 AM. Empaqueto a mi peque en el asiento de atrás del coche, un Audi. Destino: cole.
9:30 AM. Ya en mi despacho, retiro la funda que envuelve a mi herramienta de trabajo: un ultraligero portátil de 13 pulgadas de Apple (¡sólo 1,2 kg!).
9.30 AM. Sí, sí. Repito la hora. Como el sistema operativo no es Windows, puedo comenzar a trabajar unos escasos segundos después de haber pulsado la tecla de encendido. Lo siento, tenía que decirlo.
9.45 AM. Después de leer el correo a través del Gmail de Google, indago sobre el autor de un libro de finanzas que me han recomendado en uno de los correos. Utilizo, cómo no, el buscador de Google.
11.00 AM. Una parada para tomarme el que es, sin duda, mi yogur preferido: el Activia de pera. El trago de agua a mi botella de litro y medio de Lanjarón que no falte. Por cierto, tanto el Activia como el agua de Lanjarón son de Danone.
18.30 PM. No les quiero aburrir con el repaso de los pormenores de mi jornada laboral… Estoy abriendo ya la taquilla del gimnasio, dispuesto a enfundarme el traje de faena. Tanto las zapatillas de deporte, los calcetines, el pantalón, como la camiseta, comparten un mismo logo: Nike. Seré un fanático de la marca, pero es que Nadal, Federer y Cristiano también la llevan.
20.30 PM. Como es viernes, mi mujer y yo hemos decidido llevarnos al peque al McDonald’s. Bueno, más que decidirlo, hemos seguido a rajatabla las directrices del futuro heredero… Pero no nos engañemos, disfrutamos tanto como él. ¿Y qué me dicen del momento “primer sorbo a la fórmula mágica de Coca-Cola”?
22.00 PM. Ya de retirada, el peque observa la cartelera del cine del centro comercial y me pregunta: “Papi, ¿cuándo echan la nueva de los Cars?”. “¡Pero si acabamos de ver la segunda parte!”, le respondí. Habrá que hablar con los estudios Pixar para que se pongan las pilas… Propiedad de Walt Disney, claro.
¿Y qué opina la Bolsa de todo esto? Un ejercicio que le recomiendo, es que elija una empresa que cotice en Bolsa y que compruebe la fortaleza con la que ha salido del brutal crash que azotó a las bolsas del todo el mundo, y cuyo epicentro lo podríamos situar entre el último trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009. Yo les muestro, a continuación, cómo se han comportado las que me acompañan todos los días o que están presentes en mi vida de forma habitual:
La gráfica de Apple…
La gráfica de Procter & Gamble…
La gráfica de Nestlé…
La gráfica de Audi…
La gráfica de Google…
La gráfica de Danone…
La gráfica de Nike…
La gráfica de McDonald's…
La gráfica de Coca-Cola…
La gráfica de Walt Disney…
Le doy mi palabra de que desconocía la evolución reciente en Bolsa de algunas de las marcas que he señalado (Nestlé, Audi, Danone y Walt Disney). Escribí el artículo convencido de todas ellas. Después, me limité a confirmar lo que ya suponía…