En mi post anterior recordaba la tremenda burbuja inmobiliaria con la que se indigestó el mercado a partir de 2007. Uno podría pensar que esto son sólo hechos muy puntuales y que no tienden a repetirse. Pues tampoco. La burbuja del sector inmobiliario arrancó, precisamente, cuando se daba por finiquitaba la burbuja anterior. ¿Se acuerdan, verdad? Efectivamente. El boom tecnológico campó a sus anchas por las tierras del mercado durante el cambio de siglo. Y la Bolsa se volvió a indigestar…
Terra Networks (TRR) comenzó su andadura en el parqué el 17 de Noviembre de 1999. El precio de salida se situó en 11.81 euros, para luego cerrar a 37 euros. Sí, sí, como lo oyen, a 37 euros. ¡Un 213% en una sola sesión!
No contento con la marca, el mercado se propuso alcanzar nuevas metas. Y vaya si lo consiguió. En pleno día de los Enamorados del año 2000, la Bolsa olvidó ponerse el color rojo y Terra se situó en su máximo histórico. Sus 157.6 euros quedan grabados en el Olimpo.
A partir de ahí, ya se lo imaginan: una carrera sin frenos hacia el más oscuro abismo. El 28 de Mayo, Telefónica presenta una oferta por el 100% del capital de su filial. Es generosa: paga 5.25 euros por acción. Requiem por Terra (TRR)
El gráfico que les muestro a continuación —que en vez de precios, muestra las variaciones porcentuales de los precios mensuales con respecto al precio del primer mes (Nov 99)— vuelve a poner de manifiesto el carácter etéreo de las burbujas.
Y a todo esto, ¿qué nos decía la contabilidad? Les invito a que observen el siguiente extracto de la cuenta de resultados de la empresa del año 1999:
Los datos no invitan a soñar: ingresos inexistentes y pérdidas. Que yo no digo que no haya margen de mejora, y que a lo mejor estábamos ante un proyecto con un enorme potencial. Puede… Pero yo lo tengo claro, si no encuentra puntos de anclaje, mejor no escalar. Vuelva a mirar el Gráfico 1…
Por curiosidad, le eché un vistazo al Informe de Gestión del año 1999. Pensé, ¿qué opinaban los propios directivos sobre la espectacular subida en Bolsa de la compañía? ¿Habrían aconsejado una mayor calma a los mercados a la vista de los números rojos presentados? Ya, ya.. Ya sé lo que están pensando: iluso. Efectivamente, no iban a ser ellos los encargados de devolver el champán. Les muestro, tal cual, un extracto de ese informe:
Delirios de grandeza, borrachera de éxito. Ya conocen la resaca…
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