De entre todas las paridas que he leído últimamente, la palma se la lleva la predicción del estratega jefe de SocGen que dice que la bolsa USA podría bajar un 75%. Y pensar que es economista de un banco como Société Générale...no da mucha confianza en el sistema, la verdad. El mismo banco por cierto que ha conseguido que la justicia se crea que una sola persona provocó unas pérdidas de 5.000 millones de euros para el banco sin que nadie más de su jerarquía superior lo supiera. (el proceso se podría reabrir tras hacerse pública una grabación en la que la Fiscal decía haberse sentido manipulada por el banco, y manifestaba sus dudas sobre la versión oficial...).
En el otro extremo, lo que más me ha gustado es este artículo de Barry Ritholtz sobre ciclos de largo plazo, y los mínimos generacionales de 1942, 1974 y 2009. Además del paralelo técnico, lo que me gusta de la idea es que tiene una base lógica, medio científica y medio filosófica. Me explico.
El hecho de observar que se produce un mínimo histórico de largo plazo cada 30 años es algo que encaja muy bien en la naturaleza humana. Cada generación debe experimentar y revivir lo que sus antepasados han vivido, porque sólo se aprende con la experiencia (poniendo la mano en el fuego y quemándose). El ser humano es una mezcla de prudencia y temeridad, de humildad y prepotencia, de resignación y rebeldía. Somos una permanente "contradicción con patas". Y en ese sentido, se entiende muy bien que los mercados financieros reflejen una y otra vez los mismos errores, sobre todo basados en las emociones intensas que vive el ser humano, no sólo en soledad, sino sobre todo "en masa".
Cada gran crisis provoca un rechazo hacia la bolsa, que será tanto más duradero cuanto mayor haya sido la crisis. Y ese rechazo que lenta y progresivamente va dando paso a "carne fresca", es la base del futuro gran mercado alcista. Los "jóvenes" (y los no tan jóvenes, pero que hasta ahora habían estado fuera del mercado), desembarcan en la bolsa con toda la energía y optimismo de la juventud, y toda la ilusión y esperanza de hacerse ricos rápidamente. Han leído y les han contado las crisis anteriores, pero no es lo mismo que te lo cuenten que vivirlo. Además, "el mundo ha cambiado", el progreso tecnológico hace que "esta vez sea diferente", así que esas nuevas generaciones tienen todas las excusas que necesitan y toda la energía y optimismo para dejarse seducir, una vez más, por los cantos de sirena.
Por supuesto, no son solo cantos de sirena. Las últimas crisis han realizado una limpieza importante del sistema económico y sobre todo financiero (aunque podría quedar una última fase de recapitalización), y gracias a eso, se puede producir un nuevo ciclo alcista generacional. Podríamos darle muchas vueltas a esta idea, poniéndole también objeciones, como por ejemplo, que actualmente las nuevas generaciones son menos numerosas, y el desequilibrio de la pirámide poblacional (con muchos viejos y pocos jóvenes) hace que el perfil ahorrador y de aversión global al riesgo sea diferente. Pero globalmente creo que la idea está clara: hace falta una renovación generacional para refrescar el mercado y que esté listo para una tendencia secular.
Esto es, por cierto, lo mismo que ocurre en política. Los mismos eslóganes e ideas que hace 20 años: "esta vez es diferente", "el cambio que necesitamos", etc. Y el ser humano se lo vuelve a creer, porque eso que llamamos "ser humano" son en realidad personas nuevas, que desean que el mundo cambie sin que tengan que cambiar ellos, es decir, desean conseguir un paraíso en la tierra sin tener que esforzarse ni sufrir, porque eso es la política: cambiar el sistema para que mejore el mundo, en vez de cambiarse a uno mismo, es decir, que cambien los demás. El partido comunista ya se ha reinventado dos veces: primero fue izquierda unida, y ahora podemos. En ambos casos, tras el petardazo inicial, se produce un lento declive, que dura unos 20 o 30 años, es decir, una generación... hasta que surge otro partido "nuevo", que en realidad no tiene nada de nuevo. Pero volvamos a los mercados financieros.
A continuación os pongo el gráfico clave de dicho artículo:
La idea central es que en 2016 y quizá también 2017, toca una corrección importante (una crisis mayor), pero luego empezará un poderoso ciclo alcista de largo plazo. La idea es sugerente y seductora, y aunque no me termina de convencerme el paralelo que hace de los ciclos anteriores (porque realmente no encajan las partes previas), lo que sí me encaja es el Sentimiento general que existe en EEUU y Europa, y las dos grandes crisis que se han producido desde el techo del año 2000, que han provocado una "década perdida".
Todo este razonamiento coincide con el de otro gran analista que sigo y admiro mucho, Juan Ignacio Crespo, que ha creado una teoría que llama "Chartismo histórico" y consiste justamente en comparar gráficos de distintos ciclos, en busca de paralelismos que encajen también por cuestiones de geopolítica y macroeconomía.
Según él, después de la gran crisis de 2008, nos faltaban dos recesiones antes de empezar a subir fuerte. La primera la da casi por realizada (habla de EEUU en 2012), porque si bien no llegó a producirse técnicamente, lo cierto es que se rozó...y si no fuera por el QE de la FED, seguramente se habría entrado. La segunda podría estar en proceso...cosa que está por ver. Sea como sea, creo que su planteamiento está acertando con las grandes mareas de subida y bajada (¡y se mojó ya en 2009!), por lo que es el único "vidente" del que escucho predicciones con gusto, porque además las argumenta con un conocimiento y sabiduría envidiables.
Os dejo con un interesante artículo suyo, que si bien tiene siete meses de antigüedad, sigue siendo 100% válido como él mismo dijo hace unos días.
En definitiva, dos vías distintas para llegar a un mismo planteamiento: el de una crisis, y quizá incluso recesión (¿breve?), antes de iniciar un gran tramo alcista.
El problema de estas cosas es que uno juega a ser visionario, y personalmente eso no me sirve para especular, porque prefiero centrarme en realidades presentes, e ir adaptándome. Pero este tipo de ejercicios intelectuales (porque es lo que son) tienen una virtud: nos abren la mente, y nos muestran posibles caminos alternativos. Por ahora parece que 2016 será un año difícil, pero... ¿cuándo no lo es?
Mi escenario es que no estamos en un mercado bajista, pero sí en una corrección (y posible crisis fuerte). Sólo con eso ya puedo trabajar con opciones, planteando estrategias que exploten esa información. Con el DAX en un -10% desde el 1-ene, la pregunta que debemos hacernos es: ¿pensamos que 2016 puede ser un año al estilo 2008 y acabar con un -30%? ¿-40%? ¿O pensamos que esto se va a girar fuerte al alza y vamos a terminar con un +20%? Para cada respuesta existe una estrategia de opciones que ofrece su correspondiente binomio riesgo-recompensa. Lo veremos en el próximo post.
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