El Banco Central del país Nipón ha tomado nuevas medidas, dados los malos datos económicos que acompañan al país. La última decisión ha sido la compra de bonos por encima de su valor de reembolso, es decir, con una rentabilidad negativa.
En otras ocasiones Japón ya había tenido deuda pública con intereses negativos, pero siempre había sido en letras de menor plazo (tres o seis meses). Además, ha ido tomando ciertas políticas monetarias expansivas, orientadas a la creación de inflación y de estímulos fiscales. Japón, durante los últimos años, ha inyectado dinero en el mercado, mediante la compra de deuda pública y activos de riesgo aumentando el tamaño de su balance en un 50%, y ha introducido dos paquetes de estímulo fiscal en 2013 y 2014 acompañados de un aumento del 3% en el impuesto sobre el consumo.
Según señalan algunos analistas este último gesto de la compra de bonos con rentabilidad negativa, muestra la posible activación de alguna nueva medida de flexibilización adicional, después de que el Gobierno revisara a la baja el dato negativo del PIB de abril-junio.
Ésta decisiones que está tomando el Banco de Japón (BoJ) hacen pensar en las posibilidades de una nueva inyección u otras medidas. Entre las medidas podrían encontrarse el recortar aún más los tipos de interés y abaratar aún más el yen.
Los niveles actuales del Nikkei500 (un 60% por encima del 2012) y del Yen (un 20% por debajo del 2012) parecen descontar nuevas medidas expansivas en política monetaria, sin embargo habrá que estar muy pendiente de la aplicación de las reformas estructurales comentadas y de las medidas de consolidación fiscal que permitan reducir el déficit.
Si nos centramos en la divisa del país, la evolución de su moneda podría verse influenciado por la “guerra de divisas” que acecha a los países vecinos, que buscando alternativas para salir de la mala situación económica en la que se encuentran, usan la devaluación de sus monedas para poder ser más competitivos y exportar más, así aumentando sus ingresos y fortaleciendo su Producto Interior Bruto. La devaluación de Yen haría aún más visible ésta “guerra de divisas” en la que el Euro ya es partícipe.