Actividad económica a la baja (PMI Manufacturero), una burbuja pendiente de pinchar, y una curva de tipos invertida: ¿cómo podría ésto acabar bien?
Hace tiempo que se habla de China, tanto para destacar su explosión demográfica y económica como para alertar de los riesgos de una ralentización de su crecimiento.
Recientemente vimos cómo su PMI (HSBC), índice de actividad económica caía por debajo de la frontera de los 50 puntos, que marca expansión ó contracción. Malo, aunque lleva ya unos años oscilando por arriba y por debajo.
Como vemos en este gráfico, es claro el debilitamiento desde el techo de 2009-2010. Máximos decrecientes, el dato adelantado de febrero ha sido especialmente malo, en 48,3 puntos, mínimo de 7 meses y alejándose de los 50 puntos. Otra caída así, y no hablaremos de mínimos de 7 meses, sino de 5 años...
En segundo lugar, tomando datos que me ha pasado Marc Garrigasait (al que dedicaré otro post próximamente), referidos a 2009, me parece importante despejar dudas sobre una posible burbuja en China: por si alguien tiene todavía dudas.
En la siguiente tabla vemos por ejemplo que China consumió el 53% del cemento mundial en 2009, mientras que su PIB sólo representó el 9,3% del PIB mundial. No son datos muy actualizados, pero sirven perfectamente.
Por último, pero no menos preocupante, resulta que la CURVA DE TIPOS está invertida, lo cual es algo que me hace saltar todas las alarmas.
Claro que no es la primera vez, en el verano de 2013 ya estaba invertida. Bueno... ¿y qué? Está claro que hay un problema con el endeudamiento y la burbuja inmobiliaria allí. La opacidad bancaria y el "shadow banking" (banca en la sombra) de los que sé que existen y poco más, podrían transformarse en un enorme problema.
CHINA es una incógnita. Hay que asumir que muchos de los datos que proporciona son incorrectos ó directamente falsos. Pero en mi opinión es y seguirá siendo un gran foco de preocupación, por donde podría venir la próxima gran crisis mundial. Estos tres indicadores son una muestra que nos invita a extremar la prudencia en nuestras bolsas occidentales en máximos multi-anuales.
Si China nos sorprende en los próximos años, es muy posible que sea para mal. La pregunta, como siempre, es qué error preferimos asumir: ¿ser optimistas y que haya sorpresas negativas, ó ser pesimistas y que haya sorpresas positivas? A estas alturas, creo que todo el planeta está enterado del "milagro chino". También son notorias las burbujas inmobiliarias, bancarias, y la corrupción, pero no tanto a nivel "popular".
En resumen: si hubiera una crisis fuerte en los próximos 2 años provocada por China, nadie podría decir "me pilló por sorpresa". Ese error no sería defendible. Hay que buscar protección frente a la incógnita China.