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Recortes de reflexiones sobre el mundo de los mercados y el dinero

#31

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en respuesta a Hugo Ferrer (#30) | 19 de marzo, 2017 11:40

La inversión tiene más de arte que de ciencia. La mayoría de las personas buscan patrones científicos y fórmulas matemáticas que nos puedan guiar y eso no es así. Es más bien el arte intuitivo de la observación de todo :de la economía, de la política, de la sociedad en su conjunto, del tiempo en que nos encontramos y todo eso combinarlo en nuestra mente. A eso añadimos la práctica, la experiencia y la suerte. Además, es vital ser capaz de tomar decisiones de manera independiente, una veces conforme a la mayoría y en más ocasiones según tu propio criterio. Y luego, prever que te puedas equivocar y no termine siendo catastrofico. Por eso puede resultar tan difícil salir adelante en este mundo, aunque a primera vista pudiera parecer sencillo.

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Hugo Ferrer#32 | 5 de mayo, 2017 15:39
#32

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| 5 de mayo, 2017 15:39

El libro "Superforecasting: the art and science of prediction" que reseñé hace un par de año, es una joya.

Hoy me he acordado de esta frase:

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Que traduzco así "la mente científica tiene que ser capaz de responder claramente a la pregunta ¿Qué me haría cambiar de opinión? Si no pueden, entonces es un signo de que están demasiado aferrados a sus creencias".

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antiguo usuario
#33

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en respuesta a Hugo Ferrer (#32) | 6 de mayo, 2017 16:00

Genial libro. Me ha recordado el de "La señal y el ruido" de Nate Silver que me estoy re-leyendo.

Una frase que leí anteayer creo y que me impacto fue esta:

"Si un directivo pone todo su empeño en forjar una coalición que apoye un proyecto y a última hora las perdiciones fluctúan ¿alguien cree que va a desestimarlo en el último minuto?"

Me dio por pensar en los directivos de los Bancos Centrales ...

Por cierto cita la fuente original que creo que esta por aquí

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Hugo Ferrer#34 | 29 de junio, 2017 22:04
#34

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| 29 de junio, 2017 22:04

Vía este artículo de Bloomberg, buenas palabras de John Templeton.

The only way to avoid mistakes is not to invest -- which is the biggest mistake of all. So forgive yourself for your errors. Don’t become discouraged, and certainly don’t try to recoup your losses by taking bigger risks. Instead, turn each mistake into a learning experience. Determine exactly what went wrong and how you can avoid the same mistake in the future.

The big difference between those who are successful and those who are not is that successful people learn from their mistakes and the mistakes of others.

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Hugo Ferrer#35 | 22 de agosto, 2017 11:26
Hugo Ferrer#36 | 27 de septiembre, 2017 15:00
#36

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| 27 de septiembre, 2017 15:00

Párrafo de una famosa conferencia de Teddy Roosevelt en 1910 (The man in the arena). La traducción al español es mía.

No es el critico el que cuenta, no el que señala al hombre fuerte cuando se tropieza o el que le dice a los demás como lo podían haber hecho mejor. El reconocimiento pertenece al hombre que de verdad está luchando, cuya cara está envuelta en polvo, sudor y sangre; el que se esfuerza y se equivoca cometiendo errores una y otra vez, porque no existe esfuerzo sin caídas. El reconocimiento pertenece al que se esfuerza por hacer, al que avanza con gran entusiasmo y entrega, aquel que se desgasta por una causa noble, aquel que o bien alcanzando la gloria o quien habiendo fallado, al menos lo hace con grandeza, de tal manera que su lugar nunca corresponde con el de aquellas almas frías y tímidas que nunca conocieron la victoria o la derrota.
It is not the critic who counts; not the man who points out how the strong man stumbles, or where the doer of deeds could have done them better. The credit belongs to the man who is actually in the arena, whose face is marred by dust and sweat and blood; who strives valiantly; who errs, who comes short again and again, because there is no effort without error and shortcoming; but who does actually strive to do the deeds; who knows great enthusiasms, the great devotions; who spends himself in a worthy cause; who at the best knows in the end the triumph of high achievement, and who at the worst, if he fails, at least fails while daring greatly, so that his place shall never be with those cold and timid souls who neither know victory nor defeat.

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