Mayo ha sido el segundo mes de operaciones de la estrategia All Seasons Momentum que gestiono a través de cuentas privadas de clientes (cuentas gestionadas) en Gestión de Patrimonios Mobiliarios. Antes de seguir, recuerdo 3 artículos que creo que explican decentemente todo lo que hacemos y por qué lo hacemos:
1. All Seasons Momentum explicada en pocas palabras
2. La clave de nuestra inversión es: diversificar y seguir tendencias
3. Dos papers que explican las propiedades de la estrategia "All Seasons Momentum"
Evolución estrategia mayo 2021: +0,67%
El resultado del mes ha sido de un +0,67%, llevando la cuenta de referencia U58***** hasta los 100.567 € desde el comienzo.


Nuestra estrategia comenzó el mes de mayo igual que en el mes anterior de abril, con un peso del 33% en renta variable estadounidense (S&P 500) y un 66% en bonos soberanos de vencimientos de entre 7 y 10 años, pero como expliqué en el pasado informe, dado que la estrategia está evolucionando bien (en este caso backtest + resultados reales dos meses) en mayo habíamos pasado a utilizar un factor de apalancamiento 1:2, lo que magnifica los resultados el doble tanto al alza como a la baja.
Este apalancamiento es el máximo que podemos utilizar en la estrategia. A modo de recordatorio, no hacemos uso del apalancamiento de forma constante, sino que lo aplicamos de forma reglada o predefinida si la estrategia lo está haciendo bien en los últimos meses (rentabilidad > media 10 meses valor cuenta).

En resumen, el mes de mayo ha sido un pequeño zigzag, un mes que comenzó ganando un 1,67% en los primeros días, para luego, con la llegada de una pequeña corrección en el S&P 500, verse como se perdía esa rentabilidad y algo más y a continuación empezar a sumar poco a poco hasta cerrar el mes en positivo con un +0,67%.
De esta manera la curva de rentabilidad ha estado dominada por la evolución del S&P 500 y es que los bonos, a no ser que una corrección no coja verdadera profundidad, no sirven como colchón para movimientos tan pequeños del mercado. En resumen, ha sido un mes bastante insustancial, típico de antes del comienzo del verano (nota: programar las vacaciones el próximo año en el mes de mayo).
Cambios en junio 2021: seguimos apalancados y entramos con fuerza en el Oro
Este mes de junio lo hemos comenzado con el mismo factor de apalancamiento 1:2 que ya traíamos, pero la gran novedad es la entrada del Oro en nuestra cartera. De tal manera que el peso de los activos a fecha de hoy es un 33% S&P 500, 33% Bonos Soberanos de EEUU de entre 7 y 10 años y 33%Oro, es decir, una cartera muy diversificada. Comentaré todo esto en breve junto con el análisis de los mercados.

Como recordatorio, las rentabilidades mostradas ya descuentan todas las comisiones y el modelo de gestión All Seasons Momentum lo aplicamos sobre cuentas privadas de clientes, en lo que se llama en el argot “cuenta gestionada”, lo que no es otra cosa que una cuenta a nombre del cliente (el único que puede ingresar y reembolsar su dinero), pero en donde se firma un contrato de gestión patrimonial con GPM Sociedad de Valores, la empresa para la que trabajo como gestor. Si te interesa este modelo de gestión, puedes contactarme en hugoferrer@gestionpatrimonios.com.
Análisis de Mercados: la corrección pendiente, la inflación que asusta y el Oro que coge fuerza
Dado que tenemos tres activos en cartera, haré una valoración desde tres puntos de vista. Pero es clave entender que la evolución de nuestra cartera no depende de un activo en concreto, sino de la suma de todos ellos. Así que realmente es imposible saber qué hará la estrategia en base a nuestros análisis, ya que el resultado final dependerá de la magnitud de los movimientos que ocurran en los mercados, algo excepcionalmente difícil de predecir, por no decir imposible.
Nuestra confianza es que manteniendo una cartera equilibrada que se adapta a las circunstancias de forma dinámica, podremos obtener unas rentabilidades óptimas desde el punto de vista del riesgo asumido, a lo largo del ciclo económico.
Dicho esto, la idea que mantengo sobre la renta variable estadounidense sigue siendo una que le molesta a mucha gente, porque puede parecer contradictoria según el plazo del que opine (es un hecho que a muchas personas no le gustan los matices).
Creo que a largo plazo (+7 años), la bolsa americana está muy cara, lo que va a hacer que los inversores buy and hold no obtengan ganancias positivas a largo plazo en ese mercado. Esto es una mala noticia para ellos, porque montón de gente ha estado adicta a las rentabilidades extraordinariamente positivas que ha dado aquel país en los últimos años, más cuando la bolsa americana representa casi dos tercios del peso del índice MSCI World, al que muchos están indexados.
Hay varias formas de observar esta sobrevaloración de largo plazo, pero desde luego no con el típico ratio PER que, como expliqué hace unos meses, suele interpretarse mal porque no aporta una información útil al comienzo de los mercados alcistas.
Sin embargo, hay alternativas, como este ratio PER modificado que solo tiene en cuenta los beneficios corporativos más altos alcanzados, así se evita tener en cuenta unos beneficios que temporalmente están deprimidos por causa de una recesión económica. En resumidas cuentas, es un PER menos errático y sí, muestra que el mercado está caro. Para mí es un hecho cierto. Mire como se mire, no hay resquicio que permita a uno pensar que la bolsa esté barata.

Ahora bien, esta consideración de largo plazo no nos importa mucho a nosotros. Primero porque no existe regla que diga que el PER no pueda irse hasta los 50. Simplemente no existe. Un mercado caro puede mantenerse caro e ir a más durante años. Como dijo Keynes, el mercado puede mantenerse irracional más tiempo del que puedes mantenerte solvente si te dedicas a contradecirlo. Y como no queremos quedarnos insolventes, pues no nos dedicamos a contradecirlo.
En segundo lugar, porque nosotros no somos inversores de largo plazo, sino de corto y medio plazo. Somos inversores de corto plazo cuando el mercado deja de subir y somos inversores de medio plazo cuando sigue subiendo. Esta es la diferencia substancial entre ser inversor buy and hold de cualquier tipo y ser un seguidor de tendencias.
Los inversores en renta variable desean que la bolsa siga subiendo indefinidamente y los inversores defensivos (con poca renta variable en cartera) desean que la bolsa caiga para que se demuestre que sus carteras muy defensivas son la solución a todos los males del mundo. Luego, en otra categoría, los seguidores de tendencias no tenemos preferencias, no deseamos que el mercado haga esto o lo otro (o no lo deseamos demasiado), no queremos que la realidad se adapte a nuestros deseos o carteras, sino que nos adaptamos a la realidad, según vaya evolucionando esta. Quizás es la aproximación más humilde de todas, porque no exige ningún gran pronóstico del mundo y sí exige subyugarse a la realidad.
Así que a largo plazo la cosa está cara, pero a medio plazo, digamos por ejemplo entre 1 y 3 años, mi muy firme opinión en estos momentos, es que estamos en una recuperación cíclica de la economía y de los mercados. Sí, las valoraciones son exigentes, pero mientras los vientos de cola sean positivos, la bolsa va a seguir subiendo, correcciones mediante.
Una economía que mejora hace que los beneficios aumenten y que se puedan justificar valoraciones aún más caras, al menos por un tiempo. La gente pone todo tipo de excusas peregrinas para decir que la economía no se está recuperando, pero cuando tienes al indicador adelantado de la Conference Board sobre la economía de Estados Unidos ascendiendo a nuevos máximos cíclicos, es muy difícil justificar que la economía va en la mala dirección. Este indicador agrega 10 de las variables macroeconómicas más adelantadas, aquellas que reaccionan antes a las circunstancias económicas según se van sucediendo. Y no es que esté subiendo, es que además está subiendo con fuerza. La economía va a mejor.

En estas circunstancias, lo normal es que cualquier corrección de mercado que se produzca en los siguientes meses, acabe encontrando suelo y vuelva a continuar con la tendencia alcista. Mientras el futuro no muy lejano mantenga perspectivas positivas, los mercados encontrarán suelo.
Y así llegamos al corto plazo. Creo que no veremos nada interesante en la bolsa americana este verano y muy probablemente se dará una corrección de verdad. Tal vez del 10%, tal vez del 15%, quién sabe. ¿Qué por qué lo creo? pues porque tras las subidas iniciales de un mercado alcista, cuando estas subidas son muy pronunciadas, siempre llega una corrección, un reseteo. Hace dos meses expliqué que cuando el S&P 500 sube un 50% en doce meses, siempre llega una corrección. El siguiente gráfico de las últimas cuatro décadas lo muestra.

Si bien la probabilidad de una corrección en el corto plazo es muy alta, la magnitud de estas correcciones en esta fase del ciclo y de los mercados, no suele ser muy pronunciada. En 1983 se corrigió un -10%, en 1997 fue de un -6,17%, en 1998 del -14,24% y en 2010 de aproximadamente un -15%. Todas correcciones normales que se solventaron al alza, porque la economía en todas esas circunstancias era creciente, es decir, iba a mejor. De momento el S&P 500 lleva casi dos meses lateral y diría que está buscando la corrección, como si lo visto en mayo sólo hubiera sido un preparativo.

Ante esta eventualidad de corrección en el corto plazo no vamos a hacer nada, no es el plazo en el que nos movemos. Nuestra expectativa es que si la corrección coge profundidad, activos que tenemos en cartera como los bonos soberanos y el Oro, nos servirán de defensa de las caídas, o al menos de parte de las caídas. Y, por supuesto, sólo mantendremos nuestra posición en renta variable mientras se mantenga la tendencia positiva (nuestra principal herramienta de control de riesgos).
Nunca podemos estar seguros de qué harán los bonos soberanos ni el oro en caso de caídas. Cada corrección es un mundo y esperamos que sirvan de ayuda en caso de problemas, pero en última instancia sí estamos seguros de lo que haremos: no seguir invertidos en un activo si deja de subir a medio plazo.
Bonos Soberanos
Otra parte de nuestra cartera, un 33%, está en bonos soberanos con vencimientos de entre 7 y 10 años. Esta posición, a diferencia de todas las demás que puede tomar la estrategia, no depende de que el activo se esté apreciando, sino que es el lugar donde "aparcamos" el dinero cuando no tenemos otros lugares donde ponerlo, como por ejemplo bonos soberanos de largo plazo (que están bajistas), bonos corporativos (también bajistas) o bonos hipotecario y municipales (bajistas).
A pesar de que los bonos siguen en tendencia bajista, incluyendo los que tenemos en cartera, es el tipo de activo que en caso de que llegue una corrección gorda en la renta variable tiende a subir, sin previo aviso. Es un seguro por si las cosas se ponen feas.

Durante el mes de mayo se han empezado a conocer datos de inflación bastante elevados, pero como expliqué en un articulo muy reciente (ver aquí), la inflación es un fenómeno muy difícil de entender (empezando por mí), que no pronostica el futuro de los mercados porque es de naturaleza retrasada y, además, su reciente repunte tiene causas bien conocidas, circunstanciales. Puede que las cosas no sean así siempre y que la inflación "secular" vaya a pasar a niveles más elevados, pero desde un punto de vista cíclico es normal que la inflación repunte en estos momentos.
Tanto es así que los bonos apenas reaccionaron al "peor dato de inflación en décadas" visto el mes pasado, pareciendo con ello que el mercado de renta fija está dando por buena la idea de que es un fenómeno transitorio. Yo creo que es así, tras el repunte que veremos este verano la inflación se moderará a partir de otoño. Ahora bien, mentiría si dijera que soy un experto, pero al menos puedo hacer de abogado del diablo contra los inflacionistas y poner en duda sus tesis.
Esta pasada semana el Financial Times se hacía eco de la extrañeza de que el mercado de bonos estuviera tan calmado "a pesar" de la inflación. Antes de que se conociera el dato de inflación (4,2% interanual), muchos hablaban de que ese día iba a ser un baño de sangre. Pero ¿qué ocurre cuando todo el mundo ya conoce las noticias y además ya las conocen de antemano? Pues nada, porque los mercados son mecanismos de descuentos de expectativas futuras y lo que todo el mundo sabe ya está reflejado en los precios.

Sinceramente no sé la dirección que tomará el mercado de bonos este verano, pero entre la sobreventa habida, entre que todo dios está temiendo que la inflación dañe más los bonos (lo cual refleja que esos temores ya están en los precios) y que el impulso crediticio en China (la aceleración de la actividad crediticia en China) es uno de los factores más importantes sobre la actividad económica global y suele liderar los tipos de interés de largo plazo, creo que incluso podríamos ver los tipos de interés en niveles más bajos en diciembre de este año, es decir, unos precios de los bonos más altos, ya que tipos y precios se mueven de forma inversa.

A pesar de todas estas consideraciones, lo importante es que mantenemos los bonos en cartera porque esperamos que sirvan de defensa en caso de que llegue una corrección profunda (>10%) en renta variable.
Oro

La gran novedad de nuestra cartera en este mes de junio, es la incorporación del metal dorado. Y tengo que admitir que tener Oro, aún sin saber que hará en el corto plazo, es algo que me hace feliz. Primero porque supone que nuestra cartera va a estar más diversificada, con un activo con una correlación diferente a la de la bolsa y los bonos y, además, creo que es muy posible que nos estemos dirigiendo a una fase de represión financiera parecida a la de los años 40 del siglo pasado, en donde la FED mantuvo los tipos oficiales muy por debajo de las tasas de inflación (tipos de interés reales negativos). En un mundo que ya estaba endeudado antes de la pandemia y que ahora lo está aún más, la salida de menor resistencia es dejar que la inflación se coma las deudas. En un entornos constante de tipos de interés reales negativos, el oro debería brillar.
De hecho, como muestra el siguiente gráfico, los tipos de interés reales han alcanzado niveles negativos no vistos desde los años ochenta. En aquella época el precio del metal dorado se quintuplicó entre 1975 y 1980. Por supuesto, es extraordinariamente difícil pronosticar si los tipos reales negativos se mantendrán negativos mucho tiempo, si realmente la FED y la administración americana mantendrán una situación de represión financiera con la que aliviar las deudas. Pero existen buenas probabilidades de que se dé este escenario y tener en el bolsillo boletos para beneficiarse de esa posibilidad más elevada de lo normal, es una buena idea. Tanta gente hablando de Bitcoin y a lo mejor lo más cool en los próximos 3 años va a ser tener Oro en cartera. Por cierto, si necesitas una explicación en profundidad de qué mueve el oro (los tipos de interés reales, que no la inflación), te recomiendo este artículo que escribí hace poco.

A modo de resumen de los tres activos, puedo decir que de los tres tengo mayores esperanzas en el Oro por las circunstancias macroeconómicas que estamos viviendo y porque ha vuelto a mostrar tendencia positiva o fortaleza recientemente. De la bolsa (renta variable) no espero mucho este verano, pero mientras la tendencia sea tan positiva, siempre cabe equivocarse, y además sería un error feliz porque nos beneficiaríamos. En todo caso, mi perspectiva sobre la bolsa es positiva a un año vista, tengo bastante confianza que seguirá ofreciendo rendimientos positivos en los siguientes trimestres.
Y de los bonos no tengo muchas esperanzas. Como digo, estoy muy alejado de los pesimistas que ven una ola de inflación a la vuelta de la esquina (lo cual haría depreciarse a los bonos), pero por otro lado la realidad es que están débiles en el corto plazo. En todo caso, los conservamos en cartera porque no hay bonos de mayor riesgo en los que invertir y porque en caso de corrección fuerte de la bolsa, siempre pueden ayudar a mitigar las pérdidas.
Al final, la clave de nuestro estilo inversor es muy sencillo. Diversificamos y seguimos tendencias y con ello esperamos obtener una buena rentabilidad a lo largo del ciclo económico.
Hugo Ferrer
Gestor GPM con la estrategia All Seasons Momentum para Cuentas Gestionadas
hugoferrer@gestionpatrimonios.com
>> Recibe mi newsletter mensual para no perderte nada de lo que hago pinchando aquí. Además, durante este mes de junio por suscribirte estoy dando 3 regalos valorados en más de 300€, dos cursos de bolsa y mi libro.