Gann, el universo y el trading

8 de octubre, 2015 0
Doctor en Administración y Máster de finanzas en dirección financiera, con especialización en análisis bursátil y banca y gestión de... [+ info]
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“Según el verdadero conocimiento, el estudio del hombre debe proseguirse paralelamente al estudio del mundo, y el estudio del mundo paralelamente al estudio del hombre. Las leyes son las mismas en todas partes, tanto en el mundo como en el hombre. Habiendo comprendido los principios de una ley cualquiera, debemos buscar su manifestación, simultáneamente en el mundo y en el hombre.” Gurdjieff

Dicho esto, la Ley de Vibración, es una de las más bellas e interesantes leyes que rigen nuestro Universo. Se basa en el siguiente enunciado: “nada permanece inmóvil; todo se mueve; todo vibra”. Desde la partícula al electrón, desde el átomo a la molécula, desde un astro al universo, todo se encuentra en perpetua vibración. Esto es igualmente cierto en lo que respecta a los mercados bursátiles como a los planos de energía de las personas. Una comprensión, exacta de este principio habilita a la persona a controlar sus propias vibraciones mentales, así como a comprender el cómputo de vibraciones ajenas.

W.D. Gann fue uno de los interlocutores de estas ideas, pero con una variable fundamental y por la que hoy es objeto de estudio en Enbolsa. Fue el primero que adapto este principio al mundo de los mercados financieros.

La primera vez que percibió estas ideas tan novedosas, fue de mano de un discípulo de Gurdjieff en una conferencia en New York. Entre muchas otras opiniones, Ouspensky (discípulo de Gurdjieff) contaba que” la primera ley fundamental del universo es la ley de las tres fuerzas, o también llamada “La Ley del Tres”: todo fenómeno, es el resultado de una acción simultánea de tres fuerzas, la positiva, la negativa y la neutralizante. ¿No os resulta similar a la idea que más tarde nos traslada Dow, la tendencia tiene tres direcciones: alcista, bajista o neutral?
La segunda ley fundamental del universo es la “la ley del siete”, también conocida como “la ley de la octava”. Entendiendo el universo en vibraciones. Estas vibraciones constituyen la esencia misma de la naturaleza de las cosas, sea cual fuere su aspecto, su densidad, desde la más sutil a la más grosera, provienen de varias fuentes y prosiguen en varias direcciones, cruzándose entre sí, chocando, fortaleciéndose, debilitándose, deteniéndose unas a otras. Estas vibraciones son continuas, a veces ascienden otras descienden, mientras continúa actuando la fuerza del impulso original y mientras vencen la resistencia del medio en el que se desarrollan. Cuando la fuerza del impulso se agota, la resistencia del medio se impone, y las vibraciones de modo natural decaen y se detienen…”

Tras oír estos párrafos, póngase en el lugar de W.D.Gann ¿no se iría entusiasmado a su casa pensando que quizás podría aplicar estas ideas al apasionante mundo de los mercados financiero? Quien le iba a decir que veinte años después acabaría revelando en uno de sus libros lo que significó para sus estudios aquella conferencia.

Gann considero las acciones de las compañías como electrones vivos, como átomos o moléculas que mantienen constantemente su propia individualidad. Y llego a decir que después de años de paciente estudio se había demostrado tanto a él como a los demás, que la vibración explica todas las fases posibles y las condiciones del mercado.

A través de la Ley de Vibración todos los valores en el mercado se mueven en su propia esfera distintiva de la actividad, en cuanto a intensidad, volumen y dirección, todas las cualidades esenciales de su evolución, se caracterizan en su propio ritmo de vibración.

La ciencia enseña “que el impulso original de cualquier movimiento, finalmente se resuelve en algo periódico o rítmica, parecido al péndulo que vuelve de nuevo a su swing, parecido a la órbita que dibuja la luna con la tierra, todas las propiedades de los elementos se repiten periódicamente“.

Tenemos que el primer movimiento vibratorio que se observa en la materia es una elipse. Ahora, cuando ese movimiento aumenta en rapidez – es lo que llamamos “frecuencia”- la elipse se desdobla en ondas. La “frecuencia” es la cantidad de vibraciones que se dan dentro de cada onda, en un determinado tiempo.

Incluso nosotros mismos, estamos compuesto por átomos. Cada persona o cosa posee determinada onda vibratoria. En la materia densa la vibración es aproximadamente circular; en la materia menos densa, intangible para nuestros sentidos, la vibración se desdobla en ondas. Esto aplicado al campo psicológico nos muestra que las vibraciones de las personas se manifiestan en forma de ondas de alta frecuencia. Toda materia, obedeciendo a la Ley de Vibración ejecuta dos movimientos rotatorios, uno en el cual gira sobre sí misma, atrayendo hacia su centro (fuerza centrípeta) otro en el cual rota alrededor de algo, irradiando hacia afuera.

Nosotros mismos atraemos e irradiamos. Cuando atraemos algo o a alguien hacia nosotros estamos usando, conscientes o inconscientemente una energía que se llama Magnetismos.

Toda esta información es interesante para los inversores pero no deben de olvidar que dentro de que el mercado se mueve en función a su tendencia a la hora de predecir el movimiento es imposible saber si el precio de un activo financiero se moverá al alza o a la baja, lo único que se puede hacer es estar preparado para que el inversor en función de su sistema de inversión se encuentre preparado psicológicamente para adaptarse a las diferentes situaciones que puedan aparecer en los mercados, independientemente si van a su favor o en su contra a la hora de realizar sus estrategias de trading.

Debemos usar dos movimientos, igual que lo hacen los planetas. Debemos empezar concentrando nuestra atención hacia nosotros mismos, hacia nuestro propio centro, aseando, embelleciendo, alimentando nuestros cuatro cuerpos inferiores: físico, mente, emoción y memoria o subconsciente. Y luego irradiar positividad, por ejemplo no debemos acompañar a nadie a llorar, como tampoco debemos acompañarle en maldecir o en criticar, etc. Hay personas que no saben hablar sino de calamidades e irradian vibraciones que contaminan todo lo que tocan.

En el plano físico, por ejemplo, el que no se asea, irradia malos olores, todo el mundo lo evita, se hace repelente. Al revés, el que exhala agradables perfumes, huele a limpio, canta, hace música y siempre está alegre, irradia el bien y sin proponérselo siquiera se convierte en un imán, se hace atractivo, atrae hacia su persona a los demás, o sea, que atrae e irradia a la vez. Así las personas establecen su equilibrio vibratorio.

No es la primera ni será la última vez que escribamos un artículo sobre los brillantes estudios del legendario especulador Gann. Personalmente me parece un personaje místico pero extraordinario y aunque no esté tan de moda como Fibonacci y otros matemáticos de su época, sus estudios no dejan de ser sorprendentes. Seguiremos investigando sobre él y muchos otros personajes a fin de seguir indagando en las leyes que rigen los mercados financieros. Espero que os haya parecido interesante la lectura…

No olviden que tanto para este como para los demás tipos de análisis a la hora de operar en los mercados financieros se debe de hacer de manera responsable teniendo en cuenta aspectos como la gestión monetaria y la gestión del riesgo para poder gestionar de una manera adecuada y eficiente su cartera de valores, considerando además otros aspectos como el broker con el que se invierte, psicología entre otros muchos factores.

Un saludo, formese en análisis bursátil para conocer que acciones comprar en bolsa y buen trading.

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