"Dadme un banco y dominaré el mundo“. – Emilio Botín
Y vaya si lo hizo. Estaba en el AVE cuando la aplicación de La Vanguardia selló el estupor en mí: “Fallece Emilio Botín presidente del Banco Santander”.
Peret, Robin Williams,.. menudo verano de pérdida de referentes. Crecí con ellos y son los responsables de muchos buenos momentos que ahora ya son eternos. Don Emilio Botín representa, sin lugar a dudas, otro gran referente y no sólo en mi sector pues ha llegado a todos.
Podremos o no estar de acuerdo en muchas cosas. Desde la políticas hasta la religiosas pasando por las educativas, sociales, deportivas y sanitarias pero no podemos rehuir la verdad.
Emilio Botín, Isidre Fainé, Francisco González han dibujado el mapa y marcado el camino. No en vano siempre decimos que si el Santander o La Caixa compran o venden algo uno ha de hacer, en sus dimensiones, lo mismo.
Previo a continuar, me gustaría indicar que en nuestro ADN ha de cambiar algo (a veces, todo). Nos empecinamos en no reconocer a quienes a los ojos de todos son líderes, innovadores, artistas, grandes filósofos, científicos,.., de nuestra sangre y que contribuyen a dar nueva dimensión y visibilidad a nuestro patrimonio..Reciben los elogios de todos excepto de nosotros, los suyos. Ni cuando fallecen se libran ni de las críticas ni del ruido. En fin, ese es otro tema y este blog no es el lugar adecuado.
A Don Emilio en toda la prensa le señalan como el gran “revolucionario” de la banca. Obviamente, no puedo más que sumarse. Cambió la relación de los bancos con los ciudadanos, cambió las dimensiones de la banca española enseñando que cuando se llega al horizonte hay un mundo por conquistar. Demostró cómo se puede contribuir al desarrollo invirtiendo recursos. En este sentido quiero destacar las palabras de otro grande del sector financiero y de otro gran motor de la economía como es Isidre Fainé, presidente del Grupo La Caixa: “Audaz, emprendedor, innovador, trabajador incansable, valiente,… Son muchas las cualidades de su personalidad que me vienen a la mente. Todas ellas son claves para explicar el éxito de su trayectoria bancaria, que rompió moldes y activó al máximo la competencia en el otrora anquilosado sector bancario. Sin ninguna duda, una figura clave en la reestructuración y modernización del sistema financiero español“.
Un titular de un artículo del suplemento que ha dedicado Expansión a su figura ilustra, como pocos, lo realizado en su trayectoria: “De pequeña entidad regional… Al primer banco de la zona euro”. Sus números: 1,2 billones en activos, una capitalización de 92.900 millones de euros en Bolsa, 107 millones de clientes, 3’3 millones de accionistas y 185.000 empleados (al respecto de esto he de decir que estoy de acuerdo – y sí es precedente en este caso – con el artículo publicado por Salvador Sostres en El Mundo que lleva por título “Muere Emilio“. Les aconsejo su lectura. Gracias por compartírmelo, Juan Carlos). Menudas cifras. Merecen respeto.
Prensa, educación (a través de la Universidad), arte, deportes (Fórmula 1), filantropía… Impresionantes las declaraciones de quienes más lo conocían en cuanto a su humanidad y carisma. Buenas lecciones en vida para el progreso y el desarrollo.
Quienes nos leen a menudo saben que somos muy críticos con el sistema bancario y con el servicio que ofrecen a sus clientes. Abogamos por una evolución en la manera de relacionarse con el cliente en el que es el principio, centro y fin del sector financiero y en donde los productos que pueda tener en su cartera respondan a una correcta planificación familiar y no a las campañas comerciales cuyo único objetivo es ayudar a mejorar al banco y no al cliente.
A buen seguro, la banca que revolucionó Don Emilio era la que necesitábamos en su momento. Hoy necesitamos una nueva revolución en el sector. La sociedad ha cambiado. Los hábitos de uso han mudado. La información es hoy viral y la mayor revolución que nos ofrece el sector financiero es el pago mediante el sistema “contactless”. Y no, no es suficiente.
Actores no esperados han aparecido en escena y están dispuestos a jugar un papel principal. Actores con nombres como Google, Facebook, Amazon y, desde el 9 de septiembre, Apple. Lo comenté en un post anterior y lo reitera una imagen del último evento de Apple:
Apple Pay ya ha tiene acuerdos con VISA, Mastercard y AMEX. Vaya, con el mundo.
Por eso, y a tenor de todo lo leído, creo que no va en contra del espíritu ni de Botín ni de Fainé y, mucho menos, de Francisco González (quien lleva tiempo avisándolo) la nueva revolución que ya está dando.
Desde mi punto de vista, es su legado y nuestro compromiso.
Gracias Don Emilio.
